domingo, 11 de mayo de 2014

La novia y el novio de ensueño


Se avecina la época en la que todo estudiante se arranca la cabellera y lucha contra la temblorosa tentación de abrirse las venas con el primer cuchillo de mantequilla que vea al alcance de su mano. Se avecinaba. Se avecinó hace un par de semanas. Nadie quería admitirlo...

Ha aparecido. Se ha asentado en la base del cerebelo y nos tiembla el cuerpo entero. Se adentrado... muy dentro. Se ha apoderado hasta de la médula de los huesos. De cada pensamiento ligeramente racional.

¡Para una masoquista no es una mala época!

¿Qué mejor que celebrar la locura con más locura condimentada con posesión, celos y engaño? ¡Con ese fin os traigo un nuevo análisis de mi puño y letra que añadir a la Colección Vocaloid! ¡Sin dilación ni explicación, simplemente con la facilidad que os facilito sin falta para verlo a lo grande si se quiere, La novia y el novio de ensueño!

La novia y el novio de ensueño

Un idilio. XD

¡Pero qué bien están los subtítulos!

¡Pero qué bien está la ambientación!

¡Pero qué buena que es esta canción!

Tercetos semirimados aparte, tal y como podréis observar, aquí tenemos otra canción compuesta por Nem. Sus gustos se parecen a los míos... En cuanto al vídeo en sí, la responsabilidad recae sobre Sakuma (cuyo trabajo es sin duda digno de orgullo) y los subtítulos únicamente sufren de un error tolerable y corregido en la descripción en la traducción heridas del corazón. El traductor confundió los términos japoneses "mune" y "ude", por lo que en realidad no son del corazón, sino del brazo. ¡Algo importante para la interpretación!

Esta esmerada construcción de la canción nos abre las puertas al rítmico mundo de La novia y el novio de ensueño, que se sitúa en uno de esos universos en los que Rin y Len no son hermanos ni mucho menos gemelos. Dicho universo gira en torno a una relación amorosa ¡corriente y moliente! de hoy en día y goza de una simbología y un trasfondo que hacen las delicias para quienes pretenden elaborar no solamente un análisis en condiciones, sino uno bueno y quizá hasta mejor. Quién sabe, no comentáis. De vez en cuando también me gustaría comentar alguna preciosa canción tranquila y sosegada como Canción de las Buenas Noches de Kaito, ¿pero qué explicación haría falta entonces? ¡Injusticias del mundo!

Sin más que añadir que dividiré la canción en las tres partes de rigor a las que denominaré "fases" por motivos más bien obvios, ¡vamos con la interpretación!

Se inicia el amorío...

La primera fase, ¡capullo del noviazgo!, comprende el primer minuto con cincuenta y cuatro segundos. A lo largo de la misma se nos presenta a nuestra pareja protagonista, ¡Rin y Len no consanguíneos!, así como la naturaleza de su relación y las primeras señales de lo que devendrá.

La pareja abre la canción con una alegre melodía, un tiovivo que gira, gira y gira y con ellos envueltos en sombras. Primero las damas, después los caballeros. Ambos pálidos y lúgubres, ambos con unos ojos muy abiertos que apenas se distinguirían de las sombras de no ser porque parpadean.

Acto seguido se nos muestra un móvil que no tarda en desaparecer para dar paso a una visión más amplia del carrusel, sobre el que Rin y Len están montados el uno a espaldas del otro. Cabe señalar el detalle que se ha tenido en cuenta para colocarlos estratégicamente en consonancia con el origen de sus nombres, a derecha e izquierda (Rin, right; Len, left).

Solo con esto ya tenemos toda una declaración de intenciones por parte de la autora: una premonición del final.

Tras ello comienza la letra y el canto, un contenido que parece rebosante de alegría... ¡pero esconde tanto! Desde buen principio se nos permite atisbar sombras de pura oscuridad. Len canta cómo cree a pies juntillas haber encontrado a la chica con la que pasará el resto de su vida mientras en la pantalla se nos enseña una sucesión de corazones en los que se escenifica la magia del noviazgo. Crecen burbujas al son de la tintineante música, él confiesa que ahora puede creer en un amor eterno. Luego antes no creía lo más mínimo. ¿Habrá tenido relaciones fugaces? A continuación el blanco interior de los corazones se resquebraja, rompe y ennegrece. ¡Premonición!

Rin canta, seguidamente, de tal forma que parece indicarnos que rememora cómo lo conoció y cayó rendida a sus pies. Afirma que en las palabras hay oculto lo que buscó para engañarte. Y esa es la prueba del amor predestinado. Si bien aparenta referirse al otro, esta frase puede aplicarse a ambos amantes. Cabe considerar que cada miembro de la pareja ha engañado al otro con las dulces palabras con las que lo encandiló y, por tanto, más que un engaño literal, sería un engaño en el sentido de que el amor pone una venda sobre los ojos y provoca que nos engañemos a nosotros mismos, por mucho que después culpemos a los demás y por mucho que tengamos sobradas razones para hacerlo.

Pese a todo se nos presenta en bandeja de plata y un par de móviles una prueba de la posesividad mutua, correspondida, en una mera orden: "Borra cualquier contacto con el sexo opuesto". Orden que es acatada en 10 segundos. Dicha prueba da paso a una mayor, que es la definición detallada de lo perdidamente enamorados que están el uno del otro. ¡Y es que son almas gemelas! Enamorados, rellenos de un amor profundo (de aquel posesivo y acosador) que pesa en el pecho, encubridores de una ansiedad en la que prefieren evitar pensar siquiera que existe, por más que sepan a ciencia cierta que ahí está...

No obstante, si bien es importante lo que cantan en sí, resalta la ambientación. Rin y Len están tendidos en una rueda giratoria, un tiovivo que da vueltas y vueltas, que se repite hasta el infinito. No hay mejor símbolo, no existe mejor metáfora visual de lo que es su noviazgo... ni de ellos. Se repiten el inagotable sentimiento ardoroso, la pasión con que se aman de corazón y los errores.

Esa es su felicidad. ¡Veamos la infelicidad!

¡Empieza el conflicto!

La segunda fase, ¡florece estallido!, va del minuto 1:55 al 3:06. En ella se nos expone desde buen principio, porque empezamos bien, cómo el corazón de cristal de despedaza con fundamento. Rin husmea en el móvil de Len. Len escudriña el cuaderno de Rin. Rin consigue pruebas más o menos definitivas de la infidelidad de Len con otras cuantas mujeres. Len hace lo propio y se apropia de pruebas más definitivas aún de la de Rin, dado que se hace con fotografías de la susodicha con otros cuantos hombres. Ambos se acosan. Ambos se ponen los cuernos el uno al otro. Ambos se piden explicaciones. ¡Si es que están hechos tal para cual!

¡Enfrentamiento! ¡Colisión! ¡Insultos! ¡Amputación de la relación! ¿Pero es que estabas haciendo una competición, a ver cuántos novios conseguías en una semana? ¿Y tú? ¿Te piensas que podías embaucarme como a esas? ¡Uy, uy, uy!

Y sin embargo: Aunque yo sea débil, no quiero que se acabe. ¿Lo dejamos en empate e intentamos superarlo? Resulta obvio, salta a la vista, que pese a todo se quieren de verdad. ¡Y todo vuelve a girar, el tiovivo reanuda su marcha sin fin mientras ellos miran hacia atrás, hacia ese camino llamado pasado, para volver a tropezar con las mismas piedras! Tampoco está de más reconocer el empeño.

Recordando que las heridas del corazón son las del brazo y eso nos indica claras tendencias suicidas más que premonitorias, llegamos a las últimas vueltas de la atracción de feria...

Que desembocan en la resolución final.

La tercera y última fase de esta pareja cuyo leivmotiv es aquel cacharro infernal (alias móvil) del que tanto dependen tanto la suya como quizá muchas otras hoy en día, ¡flor marchita y autodestructiva que se corta el tallo y le prende fuego!, se sucede desde el minuto 3:07 hasta el mismo final en el 4:22. Se plasma en esta última fase cómo Dios los crea, ellos se juntan y ya de paso se separan, se vuelven a arrejuntar y acaban hasta sacándose los ojos. ¡El desengaño amoroso incita a la agresión!

Tras comprobar reiteradamente que ninguno de los dos puede volver a confiar en el otro, no solo porque la confianza es como un papel que una vez se arruga jamás vuelve a quedar liso, sino también debido a que cada uno de ellos es un reflejo idéntico del otro, no queda más que llegar a una conclusión irremediable: Si ya sabía que yo a ti no debía haberte amado. ¡Y volvemos al estribillo!

Primero se hundían en el amor, después se tambaleaban con el desengaño de la infidelidad y la desconfianza... finalmente, se ahogan.

Y de repente, de buenas a primeras Hay un asesinato en ese momento y Yo también moriré. El clásico suicidio yandere en el que el susodicho tipo de persona mata al amante antes de matarse a sí mismo, puesto que carece de la decencia de suicidarse él solo y punto. 

Albergaría esperanzas de que este asesinato y muerte propia fueran una metáfora del alma individual de los enamorados tras tan complicado noviazgo y ruptura repletos de sentimientos de posesión, acoso y paranoia, sobre todo teniendo en cuenta la frase Y con la forma de un mensaje tanto la honestidad como el amor estrangulan tu cuello y tanta imagen de los móviles, pero también podría tratarse de una metáfora a la inversa.

Lamentablemente, sería una flagrante incompetencia por mi parte obviar las evidencias que apoyan esta última teoría, tales como la imagen inicial que introduce la música, idéntica a la final para cerrar a la perfección el argumento circular, los lúgubres, casi indistinguibles ojos parpadeantes de los oscuros protagonistas, hundidos en sombras, ¡y que quien ha compuesto la canción es Nem! ¿Cuántas veces ha escrito canciones con final feliz y/o la mayor parte de la gente viva, Nem? ¡Pocas!

De modo que tanto puede tratarse de una muerte literal como metafórica. ¡Dos teorías cuya elección dejo al gusto del lector!

Moraleja del cuento coloreado que ya se ha acabado: los yanderes no deben juntarse. Si ya es difícil defender la vida cuando solo uno de los amantes es un rematado yandere (nunca mejor dicho), con dos es que ya ni existe la salvación.

¡Llega el momento culminante! ¡Llega la evasión! ¡Llega la constelación de Géminis que baja del cielo para convertirse en dos!

¡Oh!

Len - [Agarrado a Rin] ¿¡SE PUEDE SABER QUÉ TE HA DADO CON LAS RIMAS?!

Yukino - [Agarrada a la cornisa del campanario] ¿¡Se puede saber qué te ha dado a ti con los gritos desde que te hicieron?!

Rin - [Agarrada a Len, entre risitas] ¿Eso rimaba?

Y - ¿¡Que si me llamo Juana?! [Gritos que parecen susurros en comparación...]

Len - ¡ES ASONANTE!

Y - ¡Me sangran los oídos! ¡No lo digo por nada! Y, ya puestos, ¿se puede saber por qué nunca podéis ser felices vosotros dos?

Rin y Len - El drama vende.

Y - Hum, es verdad... por una vez que Len podía ser alguien decente, ya no digo una persona, ¡van y nos lo vuelven a convertir en un redomado infiel!

Len - ¿Y Rin qué? ¿¡No existe?!

Y - [Qué éxito]

Rin - ¡Len es irresistible con las mujeres!

Y - Y los hombres.

Rin y Y - [Risilla cómplice]

Len - Os odio a las dos. =_=

Y - Sí, sí, sí: no es mutuo. No me queda más por preguntar, ¿despedís la entrada?

Rin - ¡Qué poco preguntas!

Len - [Sonrisa amarga] Yo tengo una pregunta.

Y - Inaudito. ¡Dispara! Pero metafóricamente.

Rin - ¡Piung!

Len - [En sombras] Si fuésemos felices ni que fuera en una canción, ¿nos dedicarías una entrada?

Y - ¡Adiós!

¡Hasta la próxima!

2 comentarios:

  1. Jum, incluso siendo masoquista, me parece que es una época DEMASIADO cruel. ¡Dos semanas! ¡Dos semanas me van a dar para estudiar eso que va a definir mis próximos vete tú a saber cuántos años! ¡¡La selectividad se acerca!! ¡¡¡SE ACERCA PELIGROSAMENTE!!! ¡¡¡¡Y PARA COLMO VA A CAER EN MI CUMPLEAÑOS!!!! ¡No quiero ir! ¡¡Yo quiero volver al jardín de infancia!! ¡¡¡Quiero volver a las tablas y a los sustantivos!!! ¿¡POR QUÉ HE TENIDO QUE CRECER!? TT.TT
    ¿Se nota lo nerviosa que estoy?

    Uf, ese tiovivo da un miedo... y esos Rin y Len con esos ojos como platos y ese no-se-qué tan siniestro... Madre mía, no me costaría mucho creer que el final no sea muy profundo y que, en realidad, todo acabe con un asesinato y un suicidio. ¡Y el colmo sería que estos se cometieran en una feria, junto al tiovivo!
    No, eso sería demasiado sencillo. ¡Las canciones de Vocaloid nunca son sencillas!

    ¡Dios los cría y ellos se juntan! Vaya amor tan enfermizo...
    ¿Qué puedo decir que no hayas comentado ya tú? ¡Si es que están como dos regaderas! ¡Su relación hace aguas por todas partes! No me extraña que se ahoguen...

    *Agarrada a la campana gigantesca* ¡PARA NADA, ES CONSONANTE!... ¿QUE NO TENGO NI IDEA? ¡PUES YA LO SÉ, SI SOY DE CIENCIAS! ¡LOS DE CIENCIAS NO RIMAMOS NI CON LOS PRETÉRITOS IMPERFECTOS!
    Len, no te engañes... nunca seréis felices. ¡Nunca, nunca, nunca! Y si lo habéis sido, ¡nadie conoce la canción!

    ¡Hasta otra, mi agobiada Yuki-chan! ¡Da lo mejor de ti!

    PD: ¡Qué mona está Rin con el pelo relativamente largo!







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    Respuestas
    1. ¡Es que tú eres una sádica! XD
      Oh, qué forma tan maravillosa de celebrar tu casi veraniego cumpleaños, Alice-chan. ¡La Selectividad! ¡Pero qué joven eres! Recuerdo cuando me tocó hacerla... al final no fue para tanto. XD
      ¡Qué se va a notar...! XD

      Por lo menos las compuestas por Nem. Jo, jo, jo, locura lúgubre con final trágico, ¿no es de lo que te gusta, mi querida Alice-chan? Por cierto, gracias por comentar, me estaba empezando a poner frenética. XD

      ¡Ja, ja, ja, ja! ¡Pero para ser de ciencias, escribes divinamente! Si tú supieras cómo escriben mis mejores amigas... ¡Lágrimas de sangre! XD
      Qué curioso, justamente el reto que me han impuesto mediante peticiones poco ortodoxas es encontrar la susodicha canción. XD

      ¡Lo mismo te digo, deseo y rezo por ti, Alice-chan! ¡Mucha suerte con la Selectividad! XD

      P.D recíproco: ¡Rin siempre está mona! XD

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