domingo, 30 de junio de 2013

Ensoñación 21ª - Revivida


Yukino - [Inmersa en un vaporoso éxtasis] Querido, has tenido una idea estupenda...

Voz de Yui - [Al otro lado del muro que separa la zona masculina de la femenina] ¿Ya te acuerdas de mí?

Y - Acabo de terminar una temporada alta de exámenes con extra de trabajos largos, un mes de estudio máximo desesperado completo que me ha impedido responder incluso a los comentarios de mis tan escasas como bienamadas comentadoras y un viaje de doce horas en coche (que si bien fue bastante ameno, también fue agotador) este pasado domingo para llegar a esta Andalucía en la que a día de hoy me encuentro. Viaje al que por cierto siguió una fiesta de bienvenida en el ático de mi tía Lali (Aurelia), aprovechando el final de la feria de Algeciras que se junta con la verbena de San Juan y se conmemora con fuegos artificiales, que duró desde las diez de la noche hasta la una de la madrugada, cuando acabaron los susodichos fuegos. No me hagas preguntas complicadas.

Voz (llorosa) de Yui - No estoy seguro de si te encuentras bien o no... ╥﹏╥

Y - Y fueron unos fuegos preciosos. Duraron alrededor de veinte minutos e iluminaron todo el cielo de luces de colores chispeantes cada uno de los segundos que llenaron con su hermosura efímera. ¡El gran final fue la mar de interesante! Lanzaron cohetes de un colorido repleto de oro que chillaban como si fueran patos de fuego y giraban en el aire hasta el último instante que les restaba antes de desaparecer. Formaron varias figuras: palmeras, rosas... Pero tengo un montón de anécdotas por contar pendientes por tu culpa, Yui, ¡de modo que no me voy a entretener con el pasado reciente!

Voz (colmada de emoción) de Yui - ¡Mi nombre!

Y - Hablando de ferias, yo fui a la feria de abril de Barcelona a principios de marzo con Bestia Parda, su hermana y dos primos suyos con sus respectivas novias. [Abanicándose] ¡Qué lástima que Smille no pudiera venir, se pasa media vida haciendo de traductora entre su familia y el médico u otros profesionales del estilo que atienden a alguno de sus miembros! No puedo imaginarme siquiera cuan imponente, colosal e insoportable fue su decepción al saber qué se había perdido. ¡Jo, jo, jo! Y es que ese día fue muy interesante, ¡porque nos detuvo la policía!

Yui - [Repentinamente encaramado al muro y con media pierna dentro de la zona femenina] ¡¿Qué?!

Y - Bien, ahora que he captado tu atención... Eh. Un segundo. [En pie] ¿Qué haces sin bañador?

Yui - Yuki-sensei, esto es un balneario: ¿qué haces con uno?

Y - [Contemplándolo con los ojos propios del ceño fruncido y el gesto de desprecio, desvía la mirada, la cabeza, mientras el foco de dramatismo de la última Ensoñación vuelve al ataque y a escena] No pienso respirar el mismo vapor que aspiran los contamidados pulmones de una copia barata de Aoi. [Manos/puños arriba y abajo, acompañando a la gesticulación] ¡Ya no eres la esposa a la que desposé...!

Yui - ¡No, no me digas eso!

Y - ¡Calla, calla! ¡No quiero oír una palabra más de ti, exhibicionista, indecente, pobre de bañadores!

Yui - ¡Sensei, puedo cambiarme...!

Y - Aunque, ahora que lo pienso detenidamente... =^=··· [Cayendo en la cuenta al procesar lo evidente] Yo no he desposado a ninguna esposa.

Yui - ¡Sensei, estás curada!

Y - [Odio]

Yui - [Traga]

Y - ¿Hasta tú me has engañado? Aprovechado... Ahora sí que no quiero ni verte. [Y así, metiendo sucesivamente un pie dentro y sacando otro del agua caliente y chapoteando en consecuencia, se va (a su ritmo) a bañarse a su propio cuarto alquilado]

Yui - El vapor te ha dado más lucidez de la necesaria...

Mientras tanto, en el pasillo...

Y - [Sale]

¿? - [Entra]

Y - [Gira la cabeza] ¿Esa no era...?

Voz de Nánana - ¡Uaaaah! ♥

Yui - ¡AAARGH!

...y poco después, en el baño privado de la pequeña habitación no tan privada de Yukino...

⊙^⊙

Y - ...

Húmedo Desconocido - . . .

Y - ...

HD - . . .

Y - ...los extras cada vez tenéis menos vergüenza.

Empleada del balneario nº1 - [Con trapos y en el suelo] ¡Señorita, háganos el favor de ponerse el albornoz cuando salga de los baños, o por lo menos las zapatillas, que solo con ir descalza me lo ha dejado todo moja... AY, DIOS!

Empleada nº2 - [Armada con una fregona] ¿Qué pasa, que ni friegas ni secas? ¡Uy...!

Empleada nº3 - [Con cojines en brazos] Sois tan escandalosas... Oh. OH.

E2 - No sé qué hacer...

E1 - ¿Por qué hemos entrado tan adentro en lugar de contentarnos con limpiar el pasillo, para empezar?

E3 - No seáis tontas e id marcha atrás hacia la puerta, despacito...

Y - ... [Siguiéndolas con la mirada]

E3 - [Cierra la puerta]

Y - [Mirando al húmedo desconocido]

HD - [Uf, qué situación]

Y - ¿Sabes qué, desconocido? He sacado un 8,82 de nota final en Gramática Descriptiva, un 7,35 en Español de América (¡gracias al cielo!) y un 8,2 en Morfología y Lexicología.

HD - [¡Le da igual!]

Y - ¿No te parece poco, hombre sin lengua? Había sacado dos nueves en las reseñas de esa última asignatura, pero debido a un simple siete en el ejercicio de lematización (que viene a ser "convertir las palabras en entradas del diccionario", por ejemplo, de niños niño, -a), ¡me ha bajado a un ocho! ¡Tch! ¡Podría haber sacado más! [Abre un armario] Pero no me quejo. De lo que sí que me tendría que quejar es de mi examen de Teatro de la Edad de Oro.

En general, todos me fueron bastante bien. [Poniéndose el primer albornoz que ha visto] Cada uno duraba tres horas, pero, por supuesto, nadie las necesitaba todas. Si exceptuamos a mi amigo y colega José, que aprovecha esos 180 minutos y otros treinta más si puede. Sin embargo, el control de Teatro ¡llenó todo segundo que podía ocupar y más! [Guardándose las primeras prendas de ropa que ha encontrado] Incluso se me agarrotó la mano, pobre diestra mía, del esfuerzo. Y eso no es todo, ¡no! Para más inri, pese a que nos había dado una serie de preguntas largas de la cual extraería unas cuantas para el susodicho, la primera pregunta ¡era nueva! ¡Grrr! ¡Y yo que me las había preparado todas y cada una!

HD - [Aburrido]

Y - La maldije pródigamente para mis adentros mientras la contestaba, continué con las que sí habíamos preparado y para cuando me quise dar cuenta no sentía las articulaciones ni de los dedos ni de la palma de la mano. Al moverla me invadía aquel dolor que todo estudiante debe de conocer sobradamente. Era, no obstante, algo de lo que no podía ocuparme en ese momento, porque de repente, sin comerlo ni beberlo, habían pasado dos horas y media y yo todavía estaba enfrascada en la última pregunta. ¡Qué frenesí alcanzó mi bolígrafo en tal situación! [Se va acercando]

Me concentré tanto, que incluso cuando a Candy, que estaba sentada detrás de mí, se le cayó una hoja y me pinchó con sus uñas por detrás para que se la recogiera, no me di cuenta de lo primero e ignoré olímpicamente lo segundo. En su segundo intento pinchándome agité la mano como si fuera una mosca para que me dejara en paz, perdí la concentración y ya no sabía por qué línea iba. Imagínate qué bochorno, qué culpabilidad, desconocido de la pistola, cuando la vi ante mí recogiendo la dichosa hoja. [Y, finalmente, apoya el pie donde el húmedo desconocido apoya el codo] ¡Uif!

HD - [Abre la boca]

Y - [Mano arriba] No, ni te molestes. ¿Vas a decirme que te has equivocado de cuarto? ¿Vas a decirme que me he equivocado yo? No gastes saliva: no te vale la pena. Solo sé que por muy consciente que sea de la ironía que implica que una mujer que se encuentra a un húmedo desconocido en su bañera con una pistola a su diestra se ponga a charlar alegremente con él le diga esto al susodicho, como extra... [Inclinándose] ¡Eres un descarado!

HD - [Cierra la boca]

Y - [Coge la pistola y sale pies para qué os quiero]

HD - ¡!

Y - [Abre, cierra y atranca las sucesivas puertas de la pequeña habitación]

HD - [Se oye un ¡chop!]

Y - [Poniendo pies en polvorosa por los pasillos] ¡No es una pistola del amor-amor, pero...! Quizá me sea útil.

Siete minutos de carreras después, en el restaurante...

Y - ¿Quién quiere ver pasar las horas envuelta en unas vaporosas, aromáticas, calientes... ¡pero no tan fantásticas ni tan relajantísimas! aguas termales al aire libre o en un baño privado no tan calmo y menos privado aún pudiendo disfrutar de la oferta "come cuanto puedas y más" del buen restaurante del balneario después de todo un día sin comer, camarera?

Camarera pálida y ojerosa - [A juzgar por su expresión, enloquecidamente aterrada] ¡Por favor, no me hable!

Y - ¡Tch! ¡Y yo que iba a contarte alguna anécdota! Bah. No me importa: después de cuatro horas de hidratación pasiva en el agua me como lo que sea. [Ofreciéndole la carta]

Camarera - [Quitándosela de las manos de mala manera para marcharse con viento fresco]

Y - De qué servicio tan estupendo dispone este lugar.

Camarera - [Vuelve con el plato, se lo lanza a la mesa y se da media vuelta, alejándose al trote]

Y - Aunque he de reconocer que la velocidad es excelente.

Voy a morirme de hambre. 

Y - ...buenas tardes, Kao.

Kao - [Agitando el rabo] Yukino-san no debería ser tan perspicaz.

Y - Ni tú tan inútil con el camuflaje. [Quitándole el huevo de encima] Con lo que me gustan los huevos...

Nánana - ¡Ah! [Cuya estrecha sonrisa se expande como una luna creciente desde su quizá inesperada aparición] ¿Ya estás entonando indecencias? No se te puede dejar ni un momento~.

Kao - [Salta]

Y - ¡Mira quien se ha sentado frente a mí! ¿Qué haces tú aquí? ¿Cómo nos has encontrado? ¿Quién te a traído, puesto que alguien debe de haber sido ya que tu perezoso cuerpo es incapaz de traerte a cualquier parte por sí mismo? Más importante, ¿no tienes el menor aprecio por tu vida? Esta pequeña que ahora aprieto contra mi pecho con toda la fuerza de que son capaces estos brazos míos que la envuelven ha saltado directa a tu yugular con esa boca de tiburón bien abierta. Y es algo terrible, que lo sepas. Hace unos meses, a mi anciano perro le mordió un sucio San Bernardo de un año y tuvieron que abrirle la herida y cosérsela para que no se le infectara. ¡Qué semana más terrible!

Nánana - ¡Héroe!

Y - ¡No me adules!

Nánana - ¿Cómo podría permitirme desaprovechar la gama de posibilidades que mi amiguita ofrece a mi arte plástico? [Llevándose la mano al cuello, desvía la mirada] Con todo lo que he mirado y remirado junto a ti. Qué desperdicio de diversión visual tan grande cometería...

Y - Muy rápido te has acostumbrado tú al alborotado ritmo de vida de este mi Otaku Hen.

Kao - Nánana.

Nánana y Y - ¡!

Kao - Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana...

Nánana - [Tic en ceja] Hay cosas a las que no me acostumbro...

Y - [Sudor] Lo peor es que no sé si me acaba de gustar que insista tanto en pronunciar otro nombre...

Nánana - [Tirantes sonrisas sempiternas] La temperatura de este mes de estío no se corresponde con la que cabe esperar de dicha estación, ¿no es así?

Y - ¡!

Nánana - ¿Qué?

Kao - ...Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana...

Y - En ocasiones olvido que eres capaz de hablar como toda una "señorita"... cuando estás nerviosa. ¡Pero sí, hace un frío...! ¿De verdad estamos a finales de junio? ¡No hemos podido ir a la playa en toda la semana que llevamos en Andalucía! Exceptuando ayer sábado, día en el que pese a la fría brisa que nos hacía dudar fuimos a la playa de la Alcaidesa, me dije "¡qué demonios!" y me sumergí en las aguas revueltas por el levante. Pero no importa, porque... ¡oye, no te bebas mi zumo!

Nánana - [Caso omiso] ¡Continúa, continúa!

Y - ¡Tch! Me he convertido en la portavoz de los modificadores oracionales (MO) en Gramática Descriptiva, ¿sabes? Aunque quizá sea más acertado decir que me convertí, dado que ya he finalizado el curso completo de esa asignatura, y satisfactoriamente, debo añadir. Renuncié a los ses porque no acababan de entrarme en la cabeza, ¡pero los MO...! ¡Adoro los MO! ¡Son tan sencillos, tan fáciles de comprender! Supongo que en estas preferencias se nota que soy una mujer práctica. Hum, debería explicar someramente lo que es un modificador oracional.

Los modificadores oracionales son palabras que se utilizan para modificar toda la oración, como su nombre indica. Pueden distinguirse fácilmente, dado que en su mayoría preceden a la oración y en el 99,5% de los casos están separados del enunciado por una coma. Puesto que un ejemplo siempre es más ilustrativo, he aquí uno: Afortunadamente, Yukino ya va por la mitad de la entrada de hoy. En este caso, se trata de un MO de adverbio del modus cuya información consiste en dar la opinión que alberga el emisor respecto a toda la oración.

Kao - ...Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana...

Y - Hay diversos tipos de MO: del modus, orientados al sujeto, etc. Pero, sin duda, mi preferido entre los preferidos es el Adjunto Libre. Si los MO me convirtieron en su reina en la clase y entre mis amigos y colegas, los Adjuntos Libres me coronaron como su emperatriz, ¡porque jamás los dejé escapar!

La primera vez que corregimos un ejercicio de MO en clase, la profesora recitaba cada una de las frases e, inmediatamente después, yo contestaba por todos "¡MO del modus! ¡Orientado al sujeto! ¡Performativo...!". Una vez corregido, habiendo comprobado yo, triunfante, victoriosa y encantada de la vida, que tenía un 10/10 en el ejercicio, consciente también de que había acaparado las respuestas y sin asomo de remordimiento en mis mientes por ello, la profesora concluyó: "Bueno, por lo menos sabemos que Yukino lo tiene claro".

El día en el que tuvimos la siguiente clase con el siguiente ejercicio de MO comenzó igual, con la diferencia de que llevábamos tres oraciones de Adjuntos Libres a las que había contestado con un tonito propio (por lo visto) de una niña chica entusiasmada que hizo reír a toda la clase y, en especial, a nuestra profesora y a mis amigos José y Héctor, que estaban partiéndose de risa a mi lado. ¡Qué lástima no poder reproducir el tono por escrito!

¡Adjunto Libre!

Nánana - [Tapándose los oídos, sin dejar de esbozar su imperecedera sonrisa]

Y - Esta penúltima me dijo alegremente: "Yukino, ya sabemos que dominas esto, pero dale una oportunidad a los demás para contestar". Fui obediente, ¡oh, qué propio de mí!, y cuando acabó de recitar el siguiente enunciado esperé unos segundos... ¡y contestó otro! No pude reprimir un "Oooh..." de pura decepción al que Héctor quiso sofocar consolándome con abracitos mientras se reía (¡este hombre toca muchísimo! XD).

Justo después, se enunció la siguiente oración, a la que contestó otro. ¡Qué crispación! Y la siguiente era el último Adjunto Libre del ejercicio. Como los Adjuntos Libres son míos y solo míos, sobre todo en aquel soleado día en el que solo los había contestado yo, nada más escuchar cómo la profe llegaba al punto y final de la frase exclamé con mi vocecita ilusionada: "¡Adjunto Libre!". Risotadas generales. Héctor me susurró, más alto de lo debido: "Si no lo dices revientas, ¿eh?". Evidentemente. Poco después me confesó que quería grabarme y ponerse mi "¡Adjunto Libre!" de despertador.

Como iba diciendo, los modificadores oracionales asaltaron mi corazón y se adueñaron del ventrículo que contenía la primera posición en la escala de mi favoritismo y de mis preferencias en los diferentes contenidos de la materia. ¡Quién me iba a decir a mí que me lo pasaría tan bien en una asignatura como Gramática! Me gustaron y los dominaba hasta tal punto, que Héctor asegura que me haré profesora únicamente para enseñar los MO en una asignatura anual, alargándolos lo indecible, como por ejemplo tal que así: "Ya en la Prehistoria, existían los modificadores oracionales. Cuando un mono decía Ah, uh, el ah modificaba a todo el uh...".

Los socarrones de mis compañeros, en la charla que mantuvimos minutos antes del examen porque habíamos llegado pronto y estábamos de buen humor, me acusaron de ser la favorita de la profe cuando les dije que los MO eran facilísimos y que esperaba que hubiera muchos de los mismos y pocos ses. Ellos lo preferían a la inversa y argumentaron en mi contra, al asegurarles que a mi parecer eran lo más sencillo de la asignatura y que no creía que la profe fuera a ser tan mala como para poner muchos ses complicados, que "¡claro! ¡Si es que tú eres su favorita!". ¡Jum! ¡El examen, cuyas preguntas concedieron mi deseo a medias (pocos MO y pocos ses), demostró que, al final, tenía más razón que una santa!

Kao - ...Nánana, Nánana, Nánana, Nánana, Nánana...

Y - ¡Ya está bien! [¡Arriba!]

Nánana - [Despidiéndose de su amiguita con la mano, se apropia simultáneamente de la comida que no le era propia]

Y - [A paso firme por los pasillos una vez más]

¡Vuelta a las termas!
Zona femenina

Un tembloroso y extrañamente tapadísimo y abrigadísimo Yui - [Por varias razones] ¡Yuki-sensei!

Y - [Arrojando la mala imitación de perro parlante al agua cual pelota de béisbol]

Kao - [Pataleando y girando sobre sí misma en el aire] ...¡Yukino-san, Yukino-san, Yukino-san, Yukino-san...!

¡Plop!

Yui - ¿¡Yuki-sensei?!

¡No pienso dar explicaciones!

Yui - [De bruces en el suelo mojado, llevándose la mano a la herida en un gesto extremadamente masculino] ¡¡Yuki-sen!!

Y - [Ocupada extrayendo la pistola del sin amor-amor de una manga]

Yui - ¿¡Q-q-q-q-qu...?!

Y - ¿Qué? Oh, sí, la anécdota de la feria de abril. Bien, no me quiero entretener mucho con ello. [Comprobando si el arma está cargada] Íbamos Bestia Parda, su hermana, un primo suyo y una servidora en tranvía, hacia la Vila Olímpica, donde nos reuniríamos con los restantes miembros del grupo.

Resulta que la hermana de mi amiga se había dejado en casa el billete de metro y decidió colarse. ¡Craso error! Porque a los escasos diez minutos que pasaron desde que nos subimos a ese transporte público subió un revisor, acompañado por otro policía con un Pastor Alemán, que nos pidió los billetes y comprobó si los habíamos utilizado hacía poco.

Por supuesto, como ella no tenía billete que ofrecerle, nos tocó bajarnos en la siguiente parada, facilitarle datos tales como el DNI, del que también carecía dado que también se lo había dejado olvidado... en resumen, al final aquel primo suyo terminó pagando la multa de 50 €.

Yui - ¡N-no, yo no me...! Espera, ¿¡eso es todo?!

Y - [Examinándola de arriba abajo, escudriñándola con sus indagadores ojos] Llegamos a la feria y pasamos por todos los tenderetes. Al igual que el año pasado, fuimos a montarnos a los toros una vez y tres a los coches de choque, pero a diferencia del mismo, nos montamos en la noria, una atracción a la que no volveré a subir con compañía en el caso remoto de que quiera repetir la experiencia: lo pasé francamente mal.

No solo era la primera vez que me subía a la susodicha, sino que tuve que soportar lo indecible debido, únicamente, a que el vaivén de esa dichosa cabina me tenía amedrentada. No me provocan un especial pavor las alturas, pero estar encerrada en un cesto colgado de unos cacharros chirriantes con una niña revoltosa que no para de moverse de aquí para allá y otras cuantas personas desconsideradas que la secundan, la imitan y para más inri no cesan de burlarse de mi persona por tener algo de sentido común y algo de espanto sumamente lógico no es precisamente mi ideal de seguridad, ni mucho menos de una velada agradable.

¡Qué horror! ¡Qué falta de equilibrio! ¡Cómo se inclinaba! Y la hermana de Bestia Parda y una de las novias de esos primos suyos, ¡venga a cambiar de asiento...! Con una podía, bastaba con ocupar su sitio aunque eso supusiera que no pudiera aferrarme al brazo de mi amiga, ¡pero la otra...! Al final entraron en razón y dieron su brazo a torcer mientras mi congoja se acrecentaba con cada nuevo giro de la noria justo cuando paladeaba el alivio de bajar a suelo firme.

Bestia Parda y yo decidimos montarnos, además, en una montaña rusa infantil, cuyo motivo principal era el tema del gato y el ratón. Los carritos eran ratones que subían, bajaban y daban vueltas hasta llegar al gran final de las fauces del gato, que repetía una y otra vez, con cada ratón que devoraba, una frase que llegó a hartarme, algo semejante a...: "[Risa malvada], te voy a comer". ¡Qué redundante! Pero a Bestia Parda y a mí nos gustó tanto que repetimos una segunda vez. Y así, entre risas y mareos, acabamos el día.

Yui - ¿¡Es que disfrutas atormentándome?!

Y - Evidentemente. [Apunta]

Yui - ¡Hiiiii...! [Se tapa los oídos]

Recepcionista - ¿¡Qué está pasando aquí?!

Y - [Le quita el seguro]

¡Bang, bang, bang, requete-bang!

Agua - [Agitada]

Horrorizado recepcionista - [Otro de bruces al suelo]

Yui - [El corazón a mil por hora, las manos presionando el esternón en un vano intento de aplacarlo] ╥^╥

Y - [Devorando, con sus ávidas pupilas, cuanto les sucede a estos dos individuos a sus pies] ...se ha callado.

Yui - ¿¡Esa es tu justificación?!

Y - ...por lo menos, se ha callado.

Yui - ¡No me bast...! [Ahogándose] Af, ah, ¡aghhf...! Necesito un descanso...

Y - [Ignorándolo, se acerca y se agacha ante el recepcionista]

Recepcionista - [Alejándose a gatas]

Y - [Acercándose en cuclillas]

Recepcionista - [Alejándose]

Y - [Acercándose]

Recepcionista - [Se aleja]

Y - [Se acerca]

Recepcionista - [De espaldas al muro] ¿¡Qué quieres?!

Y - [Rebusca en su otra manga]

Recepcionista - ¡HIIIII...!

Pico billete.

jueves, 27 de junio de 2013

Pkm - Los problemas de N

¿¡Por qué el tiempo pasa tan rápido?!

¡Pero no pasa nada, no pasa nada! Como sé que os gustan y ando escasa de minutos y conexión duradera, ¡he aquí otra de las entradas recién traducidas por mí que me están haciendo mejorar ¡Esta vez los fondos de los bocadillos me han quedado de fábula!

En esta ocasión he gozado del deleite de traducir y editar mejor que nunca una tira del videojuego Pokémon Blanco y Negro (1) en la que podremos ver las grandes preocupaciones que atormentan a N, el carismático "enemigo" que me tiene medio robado este volátil y enamoradizo corazón mío. ¿A que no habíais notado que soy fan y seguidora de la saga Pokémon? ¡No se me nota...! XD

Para los legos en asuntos pokémons, en este juego de la saga el equipo enemigo es el Equipo Plasma, que en principio, a diferencia del resto de los enemigos que nos hemos ido encontrando en los diferentes juegos que han lanzado a lo largo de los años, pretende capturar a todos los pokémons para así ponerlos en libertad y rescatarlos del yugo y la tiranía a los que los sometemos los entrenadores. La convicción de N, líder del susodicho equipo, es completamente sincera, ¡y no me extraña! 

De hecho, yo diría que ya era hora de llegar a dicha conclusión. ¿Acaso no es muy raro que se utilice a los pokémons para luchar entre ellos hasta que uno caiga inconsciente, para trabajos pesados y para, en definitiva, un largo etcétera? ¿No es inusitadamente raro si se supone que los tienen en un alta estima y los consideran amigos suyos y bla bla bla? ¡Por Dios, si prácticamente no se habla de otra cosa en todos los juegos, están obsesionados con los pobres animales!

Bien, pues de este problema tan trascendental trata la tira cómica. ¡Ja, ja, ja! ¡Esta vez he conseguido el tamaño perfecto sin dividirla! ¡Dentro tira!

Touko/Heroína carece de compasión. XD

miércoles, 26 de junio de 2013

KnB - Juegos infantiles

¡Ya casi he terminado la próxima entrada que tengo pendiente y por publicar, pero como entre unas cosas y otras (el viaje a Andalucía y un no tan largo etcétera) os estoy haciendo esperar más de la cuenta y cada vez me estoy poniendo más nerviosa, he aquí otra tira recién traducida por mí de Kuroko no Basket!

En esta ocasión la tira que he tenido el placer de traducir y editar como buenamente he podido gira en torno a la versión japonesa del juego infantil del "Pica pared". Yo lo llegué a jugar bastante cuando era una niña, ¿y vosotros?

Dicha versión japonesa del famoso juego se llama "daruma", ¡como el muñeco aquel, rojo, sin pupilas, que cuando le das un empujón vuelve a levantarse! El juego es exactamente el mismo, pero en lugar de decir "un, dos tres, ¡pica pared!", exclaman: "¡El muñeco Daruma... se ha caído!".

En la primera viñeta veréis que la letra de los primeros bocadillos es muy pequeña, ¡pero es que no me ha quedado más remedio si quería respetar el encuadre! Lo he puesto en extra grande, de modo que no creo que no creo que haya problema, pero en caso de que lo haya clicad sobre la imagen para verlo más grande. Si incluso en dicho caso no lo conseguís, preguntádmelo en un comentario.

Por otra parte, había un juego de palabras intraducible que he dejado como estaba. Creo que todos sabréis comprenderlo. XD

¡Dentro tira!

Hasta hay banda sonora incorporada. XD

¡Buf, estoy agotada! ¡Los pensamientos de Kise han sido una pesadilla! Espero que no os disgusten mis ediciones de los fondos. XD

Toda esta tira es la mar de divertida: la repentina seriedad de Kise, la impertérrita concentración de Kuroko, ¡y Akashi no se mueve del sitio! ¡Se nota que es el capitán del equipo!

miércoles, 19 de junio de 2013

La rutina absorbe mi ser

¡Cómo pasa el tiempo!

Una vez más, tal y como hice el año pasado, el anterior ¡y el anterior a ese! siguiendo la tradición otakuheniana, este cuarto verano de Otaku Hen os informo de otra nueva repetición consecutiva de esta tradición anual que he llevado a cabo incluso desde antes de nacer y que (quizá recordéis) me ha traído de cabeza desde mi existencia recordada: bajar para abajo. Aunque debo admitir que me lo pasaba francamente bien persiguiendo a las gallinas del corral de mi tía Leo y recogiendo los huevos que daban.

¡Oh! Si Bestia Parda me estuviera leyendo, seguramente esta vez sí que me llamaría solo para vociferar en mi oído, sin saber cuan reiterativa se está volviendo en el ínterin: "¿Así que bajas para abajo? ¡Yo a veces bajo para arriba!".

¡Uy, uy, que me adelanto a vuestras preguntas mentales jamás manifestadas en un comentario! ¿Qué cómo es posible que lleve haciendo esto incluso antes del "existir" propiamente dicho? ¡Muy fácil! Mi señora madre, cuando estaba en estado de buena esperanza, también bajaba para abajo.

¡Este año las fechas son más concretas que nunca! El día de la verbena de San Juan, 23 de junio, bajamos a Andalucía para no regresar hasta el 15 de julio. Las cuentas hablan por sí solas: puesto que no hay bien que por mal no venga, en esta ocasión vegetaré en el pueblo lejano y dejado de la mano de Dios e Internet de siempre durante tres semanas. ¡Qué calamidad, qué pesadumbre...!

Quizá os asombre, ¡oh, fieles y asiduos lectores míos que me conocéis desde hace mucho!, que en este texto informativo que os brindo no asomen o se vislumbren siquiera ni el rastro de la amargura ni de la indiferencia este año pese a que pronto tendré que desprenderme de mi conexión más o menos estable. ¡Bien! Es inevitable sentirme algo aliviada y hasta contenta de verme sometida a una tranquilidad obligada en el momentáneo remanso de paz de la playa, ¡porque mi hermano vuelve a faltar! ¡Se queda, se queda en Barcelona! ¡Ja! ¡Ja, ja, ja, JA!

¡Hola, habitación buena, bienvenida seas, monopolización del portátil, no te marches nunca, plan de entradas, tiempo, olvido de las obligaciones, remanso de paz playero~☆...! Cabe la posibilidad incluso de que sea mucho más productiva con estas mis entradas ahora que ni tengo que pensar en nada más ni tengo la conexión suficiente como para permitírmelo. ¡Ahh, finalmente me pondré al día con las entradas que tengo pendientes y las secciones que las circunstancias estudiantiles me han forzado a dejar medio abandonadas!

Por otra parte, alguien tiene que adoptar una postura medianamente positiva cuando a este alguien se le usurpa el papel melancólico y se toma el melodramatismo por su propia mano. ¡En efecto! ¡Este año, el abatimiento ha atacado con todas sus fuerzas a otro "alguien" que...!

Por lo menos ha evitado agarrotarse en el rincón de siempre.

Yukino - [Aporreando la puerta con su diestra] ¡Yui! [¡Pam, pam, pam!] ¡Yui, sal de ahí, no me quites protagonismo! ¡Dios, no volveré a rememorar contigo!

El disgustado Yui que hay más allá de la puerta - Tengo demasiados rivales...

Y - ¡Que salgas! ¿¡Quién se supone que va a hacerme las maletas?! ¡¡Yui!!

Médico - Ruidosa.

Y - ¡Cariño! [Modo príncipe ¡activado!] Cuánto bien habré hecho en esta vida y la anterior para gozar en directo de tu belleza a estas horas del día, sin 64 cámaras ni incontables monitores de por medio, ¡oh, afortunada de mí! [Cogiendo su mano, inclina la cabeza en su dirección] Soy incapaz de apartar los ojos de ti. [Beso]

M - [Tira]

Y - [¡Su otra mano acude en su ayuda!]

M - [Estira]

Y - [Aprieta. ¡Qué tesitura!]

M - [Se zafa]

Y - Ohh... [Puchero]

M - [Bofetón]

Y - [Frotándose la ardiente mejilla a la par que se desangra tanto bucal como nasalmente] ¡Ah, la dicha de las escenas de amor extremo con sangre salpicando y del consecuente sabor que inunda mi boca en más de un sentido, cómo la echaba en falta~♪! Y tú también, ¿verdad? ¿A que sí? ¡Lo veo, lo veo! ¡Acabas de desactivarme a golpes mi fabuloso modo príncipe! Sin lugar a dudas echabas de menos demostrarme tu querer a tu caracteristiquísima manera tanto como yo misma. ¡Tengo un marido tan esporádicamente atento! ¿Pero no te parece terrible que Yui no esté por la labor de ayudarme con las maletas este año? ¡Qué horror! Si prácticamente lo hacía todo él.

M - Mentirosa.

Y - ¡Jum! Quita el "prácticamente" y llegarás a la verdad.

M - Ayúdate a ti misma.

Y - Si te refieres a mis personalidades, ese barco ya ha zarpado. La que importa también está dentro.

Yuno-dono - [Y tirada en la misma cama] No quiero hacer las maletas... =w=;lll

Aoi - ¡Ólvidate de ellos ahora que el vigoroso y como era de esperar omnipotente Aoi te brinda la oportunidad, ama!

Y - Vaya por Dios, Aoi, no hacía falta que vinieras. Sabes bien que os llevaría para abajo a todos y cada uno de vosotros aunque no quisiera hacerlo, por lo mismo que sé bien que a quien no lleve conmigo me perseguirá hasta la muerte. ¡Eh! ¡No me ignores!

Aoi - ¡Llega la playa, y con ella...! [Desabotona el primer botón]

Y - ¡No! ¡El exhibicionismo no...!

Nánana - ¡Sí, el exhibicionismo sí~!

Y - ¿Pero de dón...?

Aoi - [¡Ropa (y botones) por los aires!]

Nánana - [Manos de dedos entreabiertos a los ojos] ¡Uaaah!

Y - [Sacudiéndose botones del pelo] Tu grado de perversión y exposición pública ha subido como la espuma a lo largo de las últimas estaciones. [Suspira]

Aoi - ¡Ama, emociónate ante el escultural Aoi! [Posa]

Y - [Lo mira de arriba a abajo, con unos ojos cuyas pupilas podrían agujerear una mala pared]

Aoi - [Posa, posa y posa sin parar]

Y - No tienes nada que pueda emocionarme a estas alturas.

Aoi - ¡!

Nánana - ¡Uaaah!

Aoi - [Sin perder un segundo, abre la magullada puerta aporreada hace poco]

Y - ¡Ostras!

Aoi - [Se entrega a la oscuridad depresiva]

Nánana - [Siguiéndolo con la libreta en mano] Señorita cachorrita, definitivamente tienes el don de proporcionarme los modelos más inesperados. ¡Qué agradecida estoy~! [Cierra la puerta]

Y - Pocas veces advierto cómo entra, pero por lo menos esta vez he podido presenciar cómo se marcha. De repente he perdido el interés por abrir la puerta que suponía inexpugnable, cariño... ¿Uh? Noto un peso muerto extendiéndose sobre mi hombro. [Gira el cuello]

Ace de Corazones - ["Don Peso Muerto", que ha posado su mano sobre ella] ¡Ja, ja, ja! ¿Estos son tus planes veraniegos?

Y - Si solo has venido para empujarme hacia abajo con tu fuerza brutal ¡ya puedes irte, canalla! ¿Qué quieres, dejarme más bajita de lo que ya soy?

Ace de ♥² - ¿Eso es posible?

Y - ¡"Ja, ja, ja"! Mis planes para el verano no tienen nada que ver con Aoi, ni con el arte de Nánana, ni mucho menos con deprimir a mis personajes originales de este mi Otaku Hen. No, no, no. ¿Acaso no te has dado cuenta de que este es el primer verano de Alicia, aquí presente en el espejo?

Alicia - ¡Ji, ji! ¡Te has fijado!

Y - Cómo no hacerlo... ¡Uf, uf! ¿No has percatado? Es evidente. Elemental, poco querido Ace, esta estación de calor sofocante...

Mi amor flota en el aire~♥. 

Alicia - ¿Quién te ha dicho que puedas verme?

Y - ¿Quién se encarga de cumplir mis deseos?

Alicia - [Gesto de dinero] ¿Cuánto crees que te costará?

Y - ¿No querías volverme loca?

Alicia - ¡Ji, ji! ¡Es otro tipo de locura la que te reservo!

Y - Este es el primer verano en el que no podrás escapar de mí, ni de mi mirada.

Sombra de Sombrero - Independientemente de los planes que hayas urdido, señorita, "esta estación de calor sofocante" solo tienes el permiso de permanecer a mi lado.

Y - Ya decía yo que éramos pocos.

SS - Jumf, un buen marido no consiente que su mala mujer esté a solas ni con pocos ni con muchos. O, tratándose de un caso extremo como el tuyo, esté con cualquier ser viviente que no sea el susodicho buen marido.

Y - ¿Sientes cómo te van robando protagonismo, posesivo sombrerero? Alicia es considerablemente más popular que tú entre las lectoras.

SS - ¡¿Ese rompehogares?!

Y - ¡A ver si sigues su ejemplo!

SS - [Empuña su pistola, agarra el espejo de sopetón y se interna en el oscuro cuarto de la depresión dando un portazo]

¡POM!

Y - Quizá debería de haber mencionado que la mentada popularidad se debe en gran medida al protagonismo que yo misma me propuse darle en la saga de entradas del viaje en el tiempo... ¡uy!

Ace - ¡Ja, ja, ja! ¡Cómo sonríes!

Y - ¡De oreja a oreja!

M - [Mirándola con fuego en los ojos]

Y - [Tan sonrosada y emocionada como temblorosa] ¡Quémame!

M - [Párpados abajo] Los insectos que se amontonan a tu alrededor no hacen más que aumentar.

Y - No te quejes, si tú eres parco en palabras, ¡alguien tendrá que hablar conmigo!

Ace - [Pellizcando y estirando sin delicadeza alguna las mejillas de Yukino en la ventajosa posición de detrás de la espalda de la susodicha] ¡Me aburro!

Y - Si quieres hacer algo al respecto que no tenga nada que ver con una grata sesión de violencia doméstica, maridito de mis entretelas, ¡aquí tienes el matamoscas del amor-amor! [Entregándoselo alargando los brazos y estirándose toda ella como puede] Es rosa. Y de hierro. [Y es un milagro que haya conseguido vocalizar]

M - [Contempla fijamente el arma mortal rosa que descansa en su mano resuelta y varonil] ...

Este verano tampoco estaré tranquila.
¡Qué pena más grande...!

miércoles, 12 de junio de 2013

¡Quinto premio de Otaku Hen!

¡Estamos en racha este mi Otaku Hen y yo! Alcanzamos el quinto premio, con preguntas más o menos personales. No diré nada que no sepáis o intuyáis ya, menos aún después de la entrada Información Especial, ¡pe~ro! nunca está de más.

Premio "Eri-san y sus mangas"

Extraño premio. o^o

Y vamos con las normas:
  • Agradecer el premio a quien corresponde:
¡Como de costumbre, gracias, Karunohi-san de Kimi no Yaoi!
  • Contestar a estas preguntas para conocernos mejor:
· Nombre: ¡Me llamo Marina!

· Pseudónimo: Yukino Daidogi.

· Edad: 20 años. Qué mayor estoy...

· Lo que más te gusta hacer: ¡Abrazar! Y leer, escribir, nadar, coleccionar Talk CDs moes, el yaoi... ¡ah, esta vida es tan maravillosa! ♥

· Lo que menos te gusta hacer: Supongo que estudiar inglés u alguna otra asignatura de estas que no tenga nada que ver con mi carrera por mera obligación. Qué frustración. =w=

· Comida favorita: ¡Ay, ay! ¡Me gustan tantas cosas! Bacalao a la portuguesa, arroz a la cubana, paella, fideuá, la tostada con tomate de cada mañana... ¡no puedo decidirme por uno!

· Comida que odias: El plátano. Lo odio con toda mi alma. ¡Si es que es un descarado...!

· Tu bebida no alcohólica favorita: ¡Sunny!

· Tu bebida alcohólica favorita: El caso es que no bebo... Dicen que la primera vez que bebes alcohol no te gusta y que hay que acostumbrarse, y, si no me va a gustar desde el principio, ¿para qué empezar?

· Qué animal serías: Independientemente de mi animal favorito, porque los lobos no tienen un porvenir muy halagüeño y la felicidad de los perros depende por completo del amo que le toque en suerte, creo que preferiría ser un animal que viviese mucho tiempo... ¡como las tortugas marinas!

· Lo que más quieres en este mundo: ¡Espero que esta información no se utilice para fines malévolos! Bien, lo que más quiero en este mundo es a mis padres, a mi anciano perro y a mis mejores amigas Smille y Bestia Parda. Además de esta felicidad que me embarga en estos años de mi vida. ¡Ah! ¡Y a Yoite y a Hibari!

· Qué soñabas ser de mayor: Al principio veterinaria, pero cuando me enteré de que tendría que sacrificar animales y verlos sufrir a diario, decidí cambiar mi aspiración laboral a "profesora". Y viendo las perspectivas de futuro de mi carrera, quizá se cumplan los incipientes sueños de mi infancia.

· Qué estudias ahora: ¡Filología hispánica! ¿Qué? ¿¡Que no exclame tanto?! ¡Pues no haberme preguntado precisamente a mí!

· Qué es lo que quieres hacer en este momento: ¿Con tanto examen encima? Nada. Nada en absoluto. Conseguir el tiempo suficiente para divertirme y escribir entradas este verano es a todo a lo que aspiro ahora mismo. ╥w╥

· ¿Matarías a alguien? Ja.

Ja, ja.

¡Ja, ja, ja!

¡JA, JA, JA, JA, JAAA...!

Ejum. Quizá en defensa propia.

· ¿Alguna vez has sido mala? ¿Yo? ¡Si soy un trozo de pan, una flor de pitiminí, un cielito con pajaritos inofensivo y bondadosíiisimo...! XD

· ¿Has ido alguna convención de manga y/o anime? Al Salón del Manga de Barcelona, una única vez. No pienso repetir, las multitudes me agobian. =^=
  • Nomina a 7 personas que quieres que hagan esta pequeña encuesta:
¿Personas? ¡Ja! ¡Finalmente puedo nominar a gente que no tenga un blog! 

Bien, Smille, Bestia Parda, Sora, Kiri-chan, y las tres primeras comentadoras, ¿os apetece hacer la encuesta?

martes, 4 de junio de 2013

Ensoñación 20ª - Muerta en vida


Yukino - [Despeinada, pálida y ojerosa, escribiendo en dos o tres papeles ya más negros que blancos a la vez como si le fuera la vida en ello, sobre una mesa muy repleta y con un destartalado bolígrafo mordisqueado que se ha empeñado en que pronto pase a mejor vida]

Yuno-dono - [Dirigiéndose hacia las paredes y dándose de cabezazos contra las mismas una y otra vez]

AngelYukino y YukinoDemonio - [Volando hacia el techo y chocando contra él una y otra y otra vez]

Locura - [Haciendo la croqueta por todo el ancho suelo de la casa, que en realidad no es tanto, una y otra y otra...]

Aoi - [Bailando el baile de la felicidad desnuda]

Nánana - [Inmensamente feliz] Uaah...

Yui - Sé que estás en temporada alta de exámenes y por tanto en alerta roja, fucsia y violeta escandaloso, pero... pero... [Al borde de destrozar los preciosos bajos de su delantal de trabajo hogareño de los nervios] Por favor te lo pido y te lo suplico...

Y - Los... ¡sí! ¡Te carcomen! ¡Sí! Porque 1+1 no es igual a 2 si le restamos 1 y le sumamos 0 porque Lope de Vega y su preceptiva marcaron un antes y un después en Europa. ¡Sí...!

Yukipersonalidades al completo - ¡Sí!

Yui - Y-Yuki-sen, que esto es muy alarmante.

Locura - [¡Pop!]

¡PATOM!

Aoi - [Baile de la felicidad desnuda: versión de bruces en el suelo]

Nánana - ¡Uaaah! [Aplaudiendo, porque ha sido una caída desnuda espectacular]

Y - [Todavía escribiendo, enfrascada en un frenetismo sin más límite que el físico] ¡Mmm!

Yukipersonalidades zombie - Mmm...

Yui - ¡Escúchame! ¡Que toda tú estás fatal! ¡Si hasta Yuno-dono ha perdido el norte y la cordura estás oficialmente sentenciada!

Aoi - [Incorporándose al ritmo de la danza desnuda] Insignificante insecto en comparación con mi grandeza... ¡cómo se nota que esa minúscula mente que encierra tu cabeza hueca no alberga el conocimiento e inteligencia superior del incomparable, enorme Aoi!

Nánana - Enorme...

Aoi - ¡Desperdicia este momento de oro, desperdícialo, que el formidable Aoi devorará todo ápice de carne!

¡RRRRAS!

Yui - [Delantal rasgado]

Y - ¡Destrózalo!

Nánana - [Entusiasmada] ¡Sí~! ¡Quítatelo todo!

Yui - Esta pervertida se piensa que está en una despedida de soltera. [Aunque tampoco es de extrañar] ¡Yo no lo soporto más! [¡Súbitamente, agarra a su sensei del hombro y la gira hacia sí!]  ¡Yuki...!

Y - [Lo mira] ¿Sabes?

Yui - [Hemorragia nasal] No sé.

Y - [Párpados bien abiertos] Cervantes y Lope de Vega se llevaban muy mal.

Yui - ¡Ayyy! ¡Yuki-sen, que se suponía que te estaba agarrando yo! ¡Las uñas, las uñas...!

Y - [Párpados muy abiertos] ¡Se llevaban muy mal!

Yui - No me mires con esos ojos tan grandes y tan espantosamente abiertos. ¡Por el amor del...!

Aoi - ¡Gran Aoi!

Yui - ¡...tienes las pupilas en espiral!

Y - ¡MUY MAL!

Yui - ¡ME ESTÁS ASUSTANDO!

Y - Je, je... a mis amigas también las asusto, y a Héctor... Las primeras, cuando las miro fijamente, me acusan de infiltrarme en sus pensamientos. Me temen, me temen porque mis ojos verdes parecen escudriñar hasta el último escondrijo de su alma (apenas atormentada por mi causa)... El miércoles pasado, de hecho, le pregunté a Héctor en Gramática Descriptiva, con los ojos bien abiertos, ladeando la cabeza, permitiendo así que mi cabello cayera en ¿quizá tétrica? cascada, y dibujando mi sonrisa encantadora y característicamente psicótica...: "¿Qué tal llevas los exámenes?". Estos exámenes que nos llevan por la calle de la amargura. Y él me imitó. Ladeó la cabeza, dibujó una sonrisa similar bajo su bigote becqueriano y, levantando cuanto pudo los párpados, me preguntó: "¿Por qué me lo preguntas con esos ojos de psicópata?". ¡Qué ojos tan expresivos y tan útiles debo de tener, qué útiles son sin duda! Sí... [Lo mira más] ¿Tú quién eres?

Yui - ¡¡Sensei!!

Y - Bien, Sensei... te diré... te diré una cosa. Y te clavaré las uñas en la mano mientras lo hago como no me la quites de encima.

Mi cerebro no da para más imaginación.

Yui - [Mano sangrante] ¡Deja de estudiar! ¡AHORA!

Y - Pero tengo que continuar por mucho que mis ojos, otrora verdes, refuljan en un rojo más reluciente que esta sangre mía que no se acaba y mis vívidas anécdotas se interpongan en mi proyecto de estudio máximo...

Yui - [Gime] He visto los garabatos incomprensibles de esos papeluchos que tu viva imaginación eleva a la dignidad de "repaso", ¡y tú escribes con una letra tan clara como el cristal de los vasos que limpio cada noche! Es como esa insistencia tuya por tirarte por las ventanas: ¡no te va a servir de nada! ¡Descansa ahora mismo!

Y - ¡No me des órdenes, desconocido!

Yui - [Envolviendo fuertemente su cabeza entre sus brazos, comprimiéndola en ese pecho cubierto por un delantal sumamente rosa y masculino] ¡Yo estoy a tu lado! ¡No te abandonaré nunca!

Y - Hay un árbol detrás de ti.

Yui - He limpiado la casa y te he hecho las cuatro comidas del día hasta ahora, pero si eso no basta, si hace falta... ¡Si hace falta tomaré tu lugar, copiaremos juntos, seré tu cómplice!

Y - Y un sombrero engalanado con rosas. Y una mujer que emana malas vibraciones.

Yui - [Llorando de la presión] Por Dios te pido que te tomes el descanso que te has ganado. ¡Estás muy mal, estás para el arrastre, estás...!

Ace de Corazones - ¡Guapa!

Sombra de Sombrero - ¡Jumf! Te habría permitido este magnífico estado de agotamiento si hubiéramos estado a solas. Mala mujer...

Kao - [Con ojos relucientes] Yukino-san parece haber ingerido algo interesante una vez más...

Aoi y Nánana - [El uno bailando, la otra marcando el ritmo con sus palmadas] ¡Es agotamiento!

Yui - ¿¡Es que me van a venir todos los moscardones juntos de golpe y porrazo?! [Manos a la cabeza] ¿¡Dónde está ese medicucho cuando se lo necesita?!

Y - Falta Alicia.

Yui - ¡Ah! ¡Para eso sí que tienes memoria!

Ace de ♥² - ¿Y esas orejas?

Y - Fomentan la concentración. =^=

Ace - ¡Ja, ja, ja!

Y - Cada uno estudia a su manera. ₪^₪

Ace - [Asiéndola del brazo, estirando hasta levantarla y llevándosela hacia sí sin mucha dificultad] ¡Ven aquí!

Kao - ¡Yukino-san, Yukino-san! ¡Aquí, aquí!

Aoi - ¡Nadie le hace competencia al gran Aoi!

Y - ¡Ja, ja, ja~☆!

Ace - ¿Ja, ja, ja?

Y - [Sus ojos bailan] ¡He sacado un 8,9 en Realismo y Naturalismo! La profesora me dijo que podía llegar al sobresaliente, que reflexiono y que redacto muy bien. Me ruboricé, me puse muy contenta... porque no estoy acostumbrada a semejantes perlas. ¡Ah! Y el otro día un señor mayor, suramericano, diría, me piropeó al cruzar la calle. Me calificó de la siguiente forma: "¡Guapa!". Y yo: "¡Oh!". [Toda ella baila un vals]

Ace - [Él también baila] ¡Ja, ja, ja! [Más que eso: la dirige] ¿Y quieres... celebrarlo?

Y - ¡Mira, Sensei, estoy bailando un vals con el árbol! ¡Porque el conde-duque de Olivares y Juan Ruiz de Alarcón no se llevaban mal!

Yui - ¡No, de eso nada!

Y - [Dando vueltas] Es verdad...

Ace - [Dándole vueltas] ¡Es verdad!

Yui - ¡Eh, no la agarres de la cintura! ¡¡Y tú no te abraces al árbol por inercia!! ¡¡AAAAH!! ¿¡Y ese sombrerero por qué no pone de su parte y se que...?!

SS - [Ocupado insertando un anillo en el anular de una Yukino en movimiento (qué pericia)]

Y - ¿Que si sé? No sé.

Kao - [Distracción principal] Yukino-san tiene un anillo de boda en el dedo.

Y - Tengo muchas cosas.

Yui - ¡ARGH! [Manos a la cabeza (repetición)] ¡Está rodeada!

Kao - [Ojos húmedos] ¿Yukino-san no tiene curiosidad?

Y - La energía cinética de la leche de fresa me aporta mayores quebraderos de cabeza. Los señores del universo opinan que...

Yui - ¡Yuki-sen, sal de ahí, que ahora no estás en tus cabales!

Y - ¿Lo he estado alguna vez? No tengo esa sensación, aunque en estos momentos los señores del universo y mi sentido poco arácnido me impiden recordar nada más allá de este presente y de hace varios siglos en retrospectiva libresca. Ahora mismo me apoyo agradecida en el tronco suave y rojizo de un castaño cuyas ramas me sujetan por la cintura para que no me caiga y me mecen para seguir un ritmo inexistente, un sombrero engalanado con rosas me pide y atrapa la mano izquierda y, a mi diestra, una especie de mujer rosa que por alguna razón me da escalofríos intenta captar mi atención e insiste en repetir mi nombre a la par que me contempla con ojos húmedos. Si hay algo fuera de lo normal en todo esto es ese absurdo delantal rosa que te has empeñado en desgarrar.

¡Ni siquiera has sabido rasgarlo como Dios manda!

Y - ¿Y tú te haces llamar "Sensei"? ¡Coge unas tijeras!

Ace - ¡Ja, ja, ja! ¡Estás más cuerda que nunca!

Kao - Yukino-san debería escucharme...

Yui - ¡No la escuches, sensei, que equivocas, que...!

Kao - ¡Yukino-san tiene una novia!

¡PLAF!

Yui - [En el suelo. Temblando como un flan. En una pose tan masculina como el delantal, cubriéndose la enrojecida, ardiente mejilla bajo su mano y un foco de dramatismo] P-p-p-p-¿¡pero por qué?!

Y - He sentido un repentino e irreprimible impulso de violencia doméstica no satisfecha recorrer todo hueso, músculo y cartílago de mi brazo. =~=

Aoi - ¡Lástima, desventurada ama mía! El gran Aoi jamás permitirá que mancillen el escultural cuerpo que ilumina este mundo horroroso.

Nánana - ¡Vaya, cachorrita! [Llevándose la mano al cuello, ladea la cabeza] Sorprende que hayas sido capaz de tanta movilidad entre tanto hombre.

Yui - ¿¡Y tú por qué te sonrojas?!

SS - ¡Jumf! No esperaba menos de esta mala mujer.

Yui - ¡Se acabó! Ahora vuelvo.

Y - ¿Adónde vas, Sensei?

Yui - ¡Al paragüero!

Y - ¡Coge unas tijeras!

27 segundos de ida y vuelta después...

No ha cogido las tijeras.

Y - ¡Ah! ¡Mi esposita!

Yui - ¿Eh...? [Rubor in crescendo]

AoiKao e, inexplicablemente junto a ellos para sumarse a la voz en grito, SS - ¿¡Qué?!

Y - ¡Dame de comer!

Yui - No, no, no, no... ¡concentración, concentración!

Ace - ¡Ja, ja, ja! ¡Grandísima idiota!

Y - Árbol descerebrado.

Ace - ¡Boba!

Y - ¡Tontaina! [Tirándole del espeso follaje de la cabeza]

Ace - [Haciendo lo propio y pellizcándola por todas partes] ¡No es estás tan mal como quieres hacernos creer!

Yui - [Quitándola de en medio]

Y - [Dándose un golpe contra un rincón otrora muy usado] ¿No es sorprendente que haya espacio suficiente para todos en este piso tirando a mediano? [Cabecea, porque cuando está sola el cansancio ataca de nuevo] Es sorprendente... mmm... sorprendente...

Yui - ¡FUERA de aquí! ¡TODOS!

Todos - [Sus miradas de conmiseración fingida gritan: "¡Ja!"]

Y - [¡Ah! ¡Ha arrancado una "hoja"!] ¿No sabes que 1+1 es igual a 1 si le restamos 1 con leche de vaca?

Yui - ¡Y tú vas a tomarte un descanso! ¡AHORA!

Y - [Refunfuño] ¿Por qué?

Yui - Ya has tenido suficiente excitación por hoy.

Y - Pero tengo que memorizar. =^=

Yui - Déjalo. Cuando te sobrecargas pierdes el norte, te conviertes en un zombie que para más inri se ha pasado la noche en vela, acabas por no saber ni lo que estudias y por alguna extraña razón aparecen frente a tus turbias pupilas un montón de librejos absolutamente inútiles para tu carrera. ¿¡Por qué demonios te tienes que poner a estudiar matemáticas?! ¿¡Qué tienen que ver las sumas y las restas con nada en esta vida literaria tuya?!

Y - [Ojos abiertos (repetición)] ¡Hereje!

Yukipersonalidades medio muertas - Perdónalo, madre, porque no sabe lo que dice.

Y - La gramática, el análisis y la lógica de las sumas y las restas me llevan a concluir que los autores de estas resplandecientes Edad de Oro y de Plata (Realismo y Naturalismo) que  mi cerebro no cesa de procesar se llevaban muy mal... alguno.

Yui - [Es inútil] Me dispongo a correr a escobazos a este montón de ratas: deja de chistarme, vete a darte un baño y déjame la ropa en la cesta de la lavadora, por favor te lo pido.

Y - Pero si es no es una escoba...

Yui - ¿¡Vas a quejarte o vas a darte un baño?!

Y - ¿Voy a bañarme?

Yui - ¡Vas a bañarte!

Y - Tengo muy mimada a mi esposita. [¡Fuera ropa!]

Yui - ¡!

Mayoría de los presentes - ¡¡Ohh!!

Nánana - [Decepcionada]

Yui - ¡¡ARRRGH!! ¡Lo han visto! ¡¡Lo han vistooooo!!

Diversos minutos (37) de censura con rivales volando y un Yui sorprendentemente agresivo una vez lo ponen contra las cuerdas después, mientras se efectuaba una escabechina no muy sangrienta...

¡La lógica no me abandona!

Y - [Tambaleándose de un lado a otro conforme avanza por la sala, en albornoz. Exudando una distensión general no muy duradera] He sacado también un 9,5 en el examen de Teatro de la Edad de Oro... podría haberme puesto muy contenta, pero mi dicha en medio de este éxito estudiantil se vio menguada por el desengaño que me llevé con la profesora de la mentada asignatura. Resulta que había cogido confianza con ella, porque es una profesora muy cercana y divertida, y creía que entendía mis bromas cuando se las hacía y que se le podía hablar sin tapujos. Sin embargo, ¡craso error!: aquel aciago día en el que me entregó el examen corregido, una vez hecho esto, me dedicó una reprimenda de unos cinco o seis minutos sobre mis formas. Más que mis modales, diría que se refería a mi forma de expresarme.

Debo decir que en su momento me supo muy mal. Más que eso: me sentí traicionada. Aunque no me lo dijo con malas palabras y yo le aseguré que no me había conducido con maldad alguna, yo estaba convencida de que había una complicidad entre la clase y ella y que me comprendía cuando, por ejemplo, minutos antes le había expuesto las terribles consecuencias de enviar el mensaje que enviaba a cada alumno de forma individual para convocarlo a la revisión de exámenes a las once de la noche. ¡Por Dios, no son horas! ¿Quién mira el correo a esas horas?

Personalmente, desde que en España se decidió derribar la barrera que existía entre profesor y alumno en un determinado momento de nuestra existencia, ya no sé cómo tratarlos: a cada uno hay que tratarlo de forma diferente, a la mayoría hay que tutearlos, y no obstante, a la postre, confianzas las justas. En definitiva, la experiencia me ha confirmado que esa norma es inquebrantable en toda relación con un superior.

¡Pero no todo son desencantos en esta vida que nos brinda el cielo con pájaros agoreros! El jueves pasado hice una representación teatral de los Entremeses de Cervantes y el examen final de Español de América al mismo tiempo que fuera de las aulas se llevaba a cabo una manifestación extraña que parecía que iba a terminar como el Rosario de la Aurora. Mis compañeros de penas universitarias (puesto que mis compañeras de andanzas son Bestia Parda y Smille) y, lo que es lo mismo, mis amigos Candy, Claudia, José y una servidora lo pasamos francamente mal durante unas tres horas seguidas.

Ejem. Antes de proseguir con la descripción de mis vivencias, debo esclarecer ante todo que no. No es uno de los apodos con los que bautizo a mis amistades en este mi Otaku Hen. Candy es su verdadero nombre. ¡Jum, qué suerte que ella no vaya a leer esto!

Como iba diciendo, ese día fue un suplicio auditivo. Comenzó bien: nada más comenzar las clases, Candy y yo, que hacíamos pareja para el examen de la representación teatral, nos lanzamos de cabeza al aula en la que nos esperaban nuestros profesores en cuanto preguntaron: "¿Quién es el primero?". ¡Nosotras! Hubo quien quiso adelantarnos, pero su grupo no estaba completo y el nuestro sí. ¡Ja, ja! Fue un éxito rotundo. Como éramos las primeras, no tenían con quién compararnos, y lo cierto es que lo hicimos la mar de bien.

La escena que tuvimos que representar formaba parte del entremés El Viejo Celoso. Candy hacía de Cañizares y yo de Compadre. Si bien es cierto que inevitablemente formábamos un dúo de amigos bastante femeninos, debo decir en nuestro favor que lo compensábamos con nuestra comicidad: ella era un anciano muy indignado y yo un compadre que se divertía con el mal ajeno. Para mayor dramatismo añadí un par de cosas de mi propia cosecha a nuestra actuación: le dije a Candy que fuéramos caminando hasta la puerta y que, llegado el momento, me diera un portazo en las narices. No llegó a salir del cuarto (supongo que porque no quería dar vanas esperanzas a los alumnos en espera), pero sí me dedicó un estupendo, estruendoso portazo. La profesora se rió unas cuantas veces y todo, ¡y eso que debía de saberse esa escena de memoria!

Poco después volví a la misma sala la mar de dicharachera con Claudia y José como técnica de sonido, quienes interpretaron la misma escena. Al llegar al momento en el que en nuestro caso Cañizares le daba con la puerta en las narices a su compadre, mi momento estelar llegó al punto álgido de clicar un botón para que sonara un ¡TA-TÁAAN! catastrófico. Tras ese apoteósico final nuestra crítica teatral del día nos preguntó si habíamos hecho teatro alguna vez. Yo sí: en sexto de primaria. Escenificamos El Malalt Imaginari ("El enfermo imaginario"). Hacía de mala, ¡cómo no!  [Pose malvada] Ahí fue cuando la profesora exclamó: "¡Ahh, es la segunda vez que oigo que eres mala! ¡No eres mala, Yukino, no eres mala!". A lo que, por supuesto, contesté: "¡Porque no me conoces!".

Tras eso nos dirigimos a la biblioteca para repasar antes del examen que no nos dejaba dormir por las noches. Aunque, en mi caso, la pesadilla que inundó mi noche de sueño de la vigilia de la representación giró en torno a la susodicha. Soñé que Candy estaba borracha, que José se burlaba de mí, que por alguna razón había un balneario en la universidad para estos casos... Claudia no aparecía. A José le hizo especial gracia mofarse de mí y sopesó la idea de hacer realidad mis pesadillas, pero por suerte, más pronto que tarde se olvidó de tan nefastas intenciones.

Nos encontramos el acceso a la biblioteca general cerrado. Los manifestantes se habían encerrado dentro (viva...), de modo que tuvimos que ingeniárnoslas yendo en busca de la biblioteca perdida. No tardamos mucho en encontrar sitio en la biblioteca de griego, pero... ¡fue insoportable! No porque las instalaciones no fueran cómodas, aunque ciertamente hacía frío para estar a 30 de mayo, sino porque había más manifestantes en algún otro lugar y alguno de los susodichos tuvo la ocurrencia de encender un megáfono y dejarlo así por los siglos de los siglos en los que se convirtieron las tres horas de aquel día larguísimo, produciendo así, como resultado, un chirriante sonido agudo que nos perfonoró los tímpanos y taladró todo atisbo de concentración que pasara por nuestra mente. A pesar de los pesares, no obstante, conseguimos terminar el control. ¡Y me fue mejor que el primero!

Poco después supe que la princesa de Jordania y varios jeques árabes habían visitado la universidad aquella mañana tan agitada con motivo de una conferencia relacionada con el plan Bolonia.

Yui - [Radiante y sudoroso] ¡Cómo me alegro!

Y - ...

Yui - [¡Toma, un abanico!]

Y - [Abanicándose] Tu optimismo resulta insultante. ¿Y los demás?

Yui - [Embutiendo ollas, cacerolas, sartenes, un cazo, tres cucharones y un par de espumaderas en una maleta que, visto lo visto, bien podría utilizarse como bolsillo de Doraemon o maleta de Mary Poppins] ¡En el balcón!

Los demás - [Unos aporreando los cristales, otros acurrucados contra el frío (todavía hace frío para estar desnudo en la intemperie). Hasta las yukipersonalidades, ahora más repuestas, están ahí fuera]

Yui - ¡Seguid probando, ineptos! [Mano-bocina en acción] ¡Reforcé esas ventanas con cristales de seguridad a prueba de Yuki-senseis hace muuucho tiempo!

Y - Oh. Bueno. ¿Y por qué acabas de guardar una olla hirviendo en una maleta? ¿Y la tapa? ¿Es que no tienes tapa? ¿Cómo planeas llevar esa maleta del demonio para que no se moje todo? ¿Y el vapor? ¿¡No has pensado en el vapor?

Yui - [Jugando al tetris con ropa y cuatro maletas más] Primero una pregunta de nada, Yuki-sen: ¿te acuerdas de cómo me llamo?

Y - [Destello] Sensei. *^*

Yui - ¡Señor, estás recuperadísima! [Cof, cof] ¿Y qué soy yo para ti?

Y - [Abre los brazos hacia el cielo] ¡Mi esposita~♥!

Yui - Nos vamos de vacaciones.

Y - ¿¡Qué?!

Yui - ¡Ya no salimos nunca!

Y - [Lagrimitas] ¡Es que no puedo recordar cuánto llevamos casados!

Yui - ¿¡Y quién te crees que te ha sacrificado la juventud?! ¡Y para qué! ¡Para que me tengas encerrado entre estas cuatro paredes como un esclavo!

Y - [Atrapa su mano entre las suyas. Se la lleva al corazón a la par que lo mira con los ojos de quien se deja llevar. Dramatismo] ¡Te compensaré...!

Yui - [Fingiendo una indignación muy dulce, rehuye su mirada] Se acabó la entrada.

Y - ¡No puedes hacerme esto! ¿Qué haré yo si acabas con la Ensoñación de hoy? ¿Y mis anécdotas? ¿¡No has pensado en lo mucho que me queda por contar?! ¿¡Cómo puedes terminar con esto así como así, sin entrañas?!

Yui - ¡Tendrás que reservártelas para otra ocasión! ¡Es que me obligas, Yuki-sen, me obligas a llevarte a un balneario!

Y - ...¿balneario?

¡Uy, que no me puedo negar...!