domingo, 2 de abril de 2017

Transparente 02 - Sangre

¡No es posible! ¿Dos capítulos seguidos? ¡Los milagros ocurren! Hay brujas sueltas.

Qué puedo decir, me encantan los cuentos de hadas y, habiendo dejado la cosa en un espejo mágico tomado por cierto dios nórdico marveliano, ¿cómo resistirme a continuar?

El espejo, el hogar.

Los litros rebotaban sobre la negra superficie. La negra superficie se las tragaba. Y ya está. Loki se esperaba algo más. Un estallido. Una grieta. Algo. ¿Qué decía la rima facilona? Sangre de tu puño derramarás. Hasta ahí bien, tenía el cadáver recién hecho asido por la coronilla y se derramaba con profusión. ¿Iba a durar mucho? Tenía un discurso que declamar y como se siguiera demorando la masa humana que tanto berreaba se iba ir a su casa.

Quizá no tendría que haberlo dejado justo para ese último momento, quizá podría haberlo dejado listo antes de la música y los violines y la pompa y la algarabía, pero ya que iba a montar el espectáculo y asesinar a un señor por su buen ojo, por qué no aprovechar el fiambre. De los planes de bombero torero de Loki se podían sacar múltiples y variadas conclusiones, pero que no fueran prácticos, no. Rocambolescos y guiados por una mala gestión paternofilial sí, pero practicidad no faltaba.

¿Qué faltaba entonces? Sangre de tu puño derramarás. Tu ventrículo izquierdo darás. Tu calor me estremecerá y solo entonces en pedazos me verás.

Chasqueó los dedos. ¡Claro! Un cuchillito de su bolsillo por aquí, un pectoral desnudo por allá, un cortecito de nada porque no era tonto... y una gota de sangre al borde de la punta del cuchillo.

La gota cayó...

El espejo que gracias a su alma alcanzaba la categoría de mágico era bastante menos voluminoso y, por qué no matizarlo, estridente que como en múltiples ocasiones había sido retratado. El susodicho carecía de la ostentosidad que conduce a girar la cabeza y pegártela contra la primera farola del paseo... muy por el contrario, al igual que ella, era un objeto refinado y discreto.

Compuesto por la perfecta circunferencia reflectante talla cabeza, el regio marco de oro blanco macizo y acabado barroco igualmente circular (si quitamos la salvedad del pie para mantenerse erguido en cualquier tocador) y la cadenita cuyos herrumbrosos eslabones escondían plata pura, destacaba lo justo y necesario como pieza de coleccionista de opción portátil.

- Eh, espejo.

El interior se asemejaba en mucho al exterior en modo espiritual, pues mientras no se solicitara servicio alguno este era océano en calma. Dentro de la negra superficie flotaba ella como el líquido elemento que guarda el pozo, el perfume que ofrece el néctar del tulipán o el insidioso remolino que entre las ondas marinas acecha al barco. Ocupaba a la par que se fundía con el espacio en letargo.

Aquel era su hogar y su ser. Y, definitivamente, ser un espejo mágico no estaba tan mal. Era una existencia apacible, sin grandes sobresaltos, e incluso podía llegar a ser la mar de entretenido si se sabía disfrutar de los pequeños placeres de la vida, como probaba el presente. ¿Existía acaso placer mayor que experimentar cómo un todopoderoso dios nórdico te arroja al suelo e improvisa un taconeo sevillano sobre tu irrompible alma solidificada? Sin carne y hueso de por medio, no.

- ¡Espejo mágico!

El bramido del poderoso pero ante todo exasperado Loki de Asgard únicamente logró arrancar un instante fugaz de la atención exigida: las tinieblas del cristal se despejaron, dando paso al albo perfil de una femenina mano palma arriba cuyo índice extendía y recogía, cual matasuegras la noche de Nochevieja... para inmediatamente después engullir el cristal de nuevo.

El dios lanzó un bufido al aire.

- Espejo, espejo mágico... - entonó monótono - Sal a parlamentar, no seas zafio.

En lo que se ejecuta un parpadeo las moléculas que la formaban mutaron a la copia exacta del nuevo amo. Su piel blanca y serena, su iris aguamarina, su media melena de ala de cuervo, sus esbeltas, elegantes falanjes, su todo... versión femenina.

Clareaba ante sus formas curvilíneas la tierna oscuridad, como luz de sol filtrándose en las aguas. La pequeña ventana al mundo externo la reclamaba y ella acudía, una sirena serpenteando olas transparentes. Definitivamente era más alegre un dueño que una dueña, así adoptaba lo único que recordaba de sí misma: la condición de fémina.

Cierto era que nada la obligaba a encarnar copias en sexo opuesto de las sucesivas manos por las que pasara, pero ¿dónde estaría el juego si no?

Loki contempló con desgana el bello rostro de fruncido ceño que se empeñaba en representarle la mímica al dedillo del más mínimo movimiento que hiciera. Se tomaba en serio su trabajo como espejo. No obstante, si bien aquel amago de ilusionismo engañaba sin duda a los seres humanos, jamás surtiría efecto con una raza inteligente, ni mucho menos con el mismísimo dios del engaño. No merecía siquiera su desprecio.

- Si la única regla conoces,
¿por qué no la cumples, alcornoque?

O quizá sí.

- ¡No soy un alcornoque,
soy un dios...! F... fantoche.

El reflejo ya no imitaba, iba por su cuenta y hasta se permitía la sonrisilla marisabidilla. ¡Qué osadía!

- Te dije que no soy vidente,
que solo sé pasado y presente,
y ya quieres romperme.

Loki se pasó la mano por los repeinados cabellos, mirando hacia otro lado. Resultaba particularmente apuesto con aquel esmoquín tan resultón. Por un momento el espejo se lamentó de no ser ni voluminoso ni estridente para abarcarle todo en lugar de la pequeña porción que él quisiera mostrarle, así como hubiera deseado lucir el vestido de noche materializado como versión opuesta a tan viril apostura.

- No es nada personal. - una sonrisa ladina. La misma sonrisa - ¿Siempre dices la verdad?

El más o menos poderoso espíritu prisionero del espejo cruzó la mirada con la suya, le devolvió la sonrisa. Sabía lo que iba a ocurrir, no al igual que conocía el escondrijo del Teseracto o los chitauri, sino por experiencia.

- Sí, mi amo y deidad. - una reverencia de la enmarcada cabeza - Solo puedo decir la verdad.

Apenas si pudo culminar el verso, él ya tenía preparado el propio.

- Espejo, tu verdad invoco:
¿cómo en tu destrucción desemboco?

Desde los primeros sesenta segundos como espejo mágico con la erudición en vena y esquirla había sabido con claridad meridiana tres cosas: que conocía el único modo de romper su cárcel de vidrio, que jamás podría llevarlo a cabo por su propia no mano y que estaba condenada a dialogar con ripios.

Ni que decir tiene que algún que otro amo había tenido interés en destruirla con tal de acaparar su uso, pero o tiraban la toalla a la cuarta defenestración frustrada o entre lo que costaba y lo que molestaba la dejaban tal cual o se decían que si total, quién iba a rimarle a un espejo.

Uno solo probó suerte. Murió en el proceso, por tonto.

Loki podría correr la misma suerte. Pero Loki sonreía como el diablo.

Tampoco es que pudiera evitar decírselo.

Así... horas después... tras la música y los violines y la pompa y la algarabía en Sttutgart, la gota había caído.

La negra superficie la tragó.

Y estalló.

Mil esquirlas en el aire. ¡Por fin! Una pena, le había hecho un buen servicio, pero mejor eso a que lo usara el enemigo. Loki le dio la espalda, finalmente iba a declamar su discurso al mundo que debería estar ya de rodillas. Lo abandonó en las limpias baldosas del recinto. ¡Error por su parte! Si se hubiera quedado, habría hecho más que verla en pedazos, podría haberla matado. Pero se fue, así que no vio.

No vio la nube de esquirlas girar sobre sí misma, no vio cómo estas se juntaban y apretujaban y se cambiaban el sitio y volvían a arremolinarse y arrejuntarse, no vio la maravilla: un corazón apenas tibio naciendo en el aire, órgano latiente de un rosa pálido, casi blanco, alrededor del cual crecieron vísceras, costillas, médulas, tráquea, torso, extremidades, piel, uñas, cabello y hasta vestido.

Se perdió lo mejor: cómo abría los ojos y veía con ellos. Cómo abría la boca y boqueaba sin ton ni son, sorprendida, aterrada y más confundida que Confucio, cayendo estrepitosamente, cómo se agarró al clavo ardiente de su marco y se abrazaba como un bebé perdido, porque... ¿cómo se respiraba? Conocía la teoría, pero no lo conseguía, pues no es lo mismo saber que hacer.

Si tan solo hubiera esperado, todavía seguiría siendo su amo, ¡pero no! Se marchó. No asistió a la escena de su copia femenina hecha carne, se desentendió de rematarla y sin saberlo ni querer cerciorarse tampoco, permitió que otro le salvase la vida, aquel cuya voz estrenó sus tímpanos recién salidos de fábrica, aquel que le tomaba el pulso y le propinaba suaves bofetadas, aquel que era el médico en la sala. Quien se fue a Sevilla perdió su silla.

Continuará...

¡Sale Loki, entra el doctor Strange! ¿Volveremos a verle? Solo el tiempo lo dirá~.

¡Comienza la historia, que deseo de todo corazón (latiente y tibio) que tenga alguna que otra satisfecha lectora!

8 comentarios:

  1. Me encanta lo del taconeo sevillano!, y como describes como se forma a partir de las esquirlas... Muy ilustrativo, rozando el valle de lo misterioso y me gusta como tratas a loki.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ains, gracias. ♡
      Un espejo mágico es pura esquirla, al fin y al cabo. ¿Qué te parece que se forme primero el corazón? Todo empieza y acaba con el corazón. XD
      Jeje~, ¿crees que lo retrato bien?

      ¿Qué te ha parecido la narración?

      Eliminar
    2. Si lo retratas bien y es fácil de imaginarlo. Es un detalle especial y tu narración es amena y me divierte.

      Eliminar
    3. Si me imagino a Loki con el espejo mágico, no puedo sino verlo frustrado inventando rimas indignas de su grandeza y su tiempo. XD

      Ah, sí~. Justo en la vanidad. ♡ [Croquetea por los suelos]

      Eliminar
  2. Perfecta describiendo a Loki, mientras lo leía podía verle clarísimamente. Me encanta como enredas palabras y describes sensaciones. Gran trabajo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Aich, se me suben los colores de puro gusto al leer esto, chatina mía. ♡

      Estamos demasiados obsesionadas con este dios como para no retratarlo como merece, ¿verdad? Tenemos una imagen clara de él. Muchas gracias por comentar. ♡

      Eliminar
  3. Me gusta mucho la descripción que haces de Loki y me ha matado lo del taconeo sevillano xD Todo un dios nórdico frustrado por las rimas xDD

    Nuestra protagonista está claro que ha perdido la humanidad pero no la personalidad. Me gusta que juegues con Loki y que el mismísimo dios del engaño acabe siendo víctima de uno xDD

    Me encanta la descripción de la liberación de Oma "No vio la nube de esquirlas girar sobre sí misma, no vio cómo estas se juntaban y apretujaban y se cambiaban el sitio y volvían a arremolinarse y arrejuntarse, no vio la maravilla: un corazón apenas tibio naciendo en el aire, órgano latiente de un rosa pálido, casi blanco, alrededor del cual crecieron vísceras, costillas, médulas, tráquea, torso, extremidades, piel, uñas, cabello y hasta vestido".

    Entonces entra ya en escena el Dr.Strange! Más me vale ponerme con la película!! xDD

    Como siempre, me gusta mucho. Imagino que a partir de ahora me costará un poco pillar algunas referencias (no estoy TAN puesta en Marvel fuera de los Vengadores, Capitán América, Bucky, Iron Man, Bucky y sus caras de cachorro, Thor, Bucky y su mordisqueo de labios... ¿he mencionado ya a Bucky?)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que él está por encima de tales vicisitudes rítmicas de la vida. XD

      Más sabe el diablo por viejo que por diablo. Y porque tiene el don de la sabiduría, eso también ayuda. XD
      Cuando solo puedes decir la verdad te vuelves creativa para contarla. XD
      Si es que el ego de los dioses ayuda mucho. XD

      ¡Muchas gracias! [Se ruboriza] Me encanta que me digan cosas bonitas...

      Ja ja, yo tampoco. Me centro en el UCM y sobre todo ennla peli del doctor Strange, así que tú tranquila. En general pillas siempre mis referencias, y si no... te las digo yo. XD

      Eliminar

Dame un comentario, dame dopamina (͡ ͡° ͜ ʖ ͡ ͡°)